No hay cosa peor que tus zapatos preferidos te hagan daño porque te aprietan y te ajustan demasiado al pie. Al final de la tarde no aguantas más… Es toda una tortura. A continuación, te vamos a dar unos pequeños trucos para saber cómo ensanchar zapatos y así disfrutes para no volver a sufrir dolor de pies o llegar a tener rozaduras.
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Los tips más curiosos sobre cómo ensanchar zapatos
No esperes a estrenar tus zapatos nuevos el mismo día que los necesites, porque te podrían arruinar esa boda o esa reunión importante.
Unos días antes empieza a colocártelos en casa, poco a poco para ir ensanchándolos. Utiliza siempre un calcetín más grueso que los que utilizas para el zapato
El mejor método para saber cómo ensanchar zapatos, sería ir a tu zapatero del barrio, para que mediante unas hormas le fuera metiendo presión en las zonas que el zapato te hace daño, durante todo un día. Pero algunas veces no tenemos tiempo para llevarlos, así que, te damos unos trucos para hacer en casa.
El calor del secador
Este tip solo se puede realizar sobre zapatos de cuero, ya que de otro material podrías estropear el zapato.
Ponte los zapatos con un calcetín grueso y aplícales una fuente de calor, por ejemplo con un secador. El zapato se expandirá. Mantén los zapatos puestos con los calcetines gruesos durante un buen rato mientras que estas en casa.
Aunque es uno los trucos más conocidos de cómo ensanchar zapatos, ten cuidado con zapatos que tengan algún adorno o decoración que esté sujeta con pegamento, que este se podría desprender.
El famoso paño mojado
Otro truco de cómo ensanchar zapatos, es con un paño mojado, que meterás dentro para humedecerlo durante unos minutos; colocarnos y andar un rato por casa hasta notar cómo se amoldan a nuestros pies.
También podrías meter un poco de vapor caliente con la plancha o vaporeta para conseguir humedecerlo y con calor para que den de sí.
La crema hidratante
Si las tiras de las sandalias te aprietan, una solución muy efectiva es untarlas con crema hidratante para el cuerpo por el interior de las tiras. Colócatelas con los pies humedecidos podrás comprobar que ya no aprietan.
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